¿Cómo influyen nuestros juegos infantiles, el vestuario que usamos, la personalidad de nuestros cuidadores, el microterritorio donde crecimos y la visión que tenemos de Dios, de cultura y de sexualidad en la construcción de nuestra marca personal? La Marca Poder representa el más importante activo de un líder y nos acompaña desde que estamos en el vientre hasta la tumba. Más allá de que se quiera identificar y potenciar, se convierte en nuestra carta de presentación desde la percepción hasta la provocación de acciones para el logro de nuestros objetivos. Con una nueva propuesta para la construcción de una marca personal genuina y sostenible, el estratega y consultor Miguel Jaramillo Luján quiere desmontar la idea de que el llamado personal branding se agota en temas como el vestuario, el maquillaje o las apariencias, y en un planeta cada vez más saturado de fake news nos propone quitarnos los disfraces y ponernos la Marca Poder.