De otra parte, que los profesionales del derecho no tienen porque conocer siempre los saberes de las distintas especialidades médicas, y aun, a veces, no conocen con precisión cual sería el perfil del especialista, solicitando erróneamente la designación de un profesional diferente al que tiene esos conocimientos especiales. Los ejemplos pueden dar una idea de ello: no es lo mismo un especialista en cuidados intensivos, que un experto en urgencias; ni tampoco el cardiólogo clínico y el cirujano cardiovascular, y así mismo el neurólogo es diferente del neurocirujano.
Autor: César Augusto Giraldo