El constitucionalismo -una corriente de pensamiento encaminada al logro de finalidades políticas concretas que consisten en la limitación de los poderes públicos y en la consolidación de esferas de autonomía- casi nunca tiene una lógica solo defensiva. Desde el principio busca también la construcción de un poder común, frente al cual reivindica límites y garantías. Esta complejidad se aprecia en los orígenes del constitucionalismo pero también en los distintos modelos que se suceden en la Europa liberal, en la democrática e incluso en el proceso de integración supranacional. Es algo que está muy lejos de la idea simple de la soberanía que se afirma o se niega sin soluciones intermedias.
Autor: Maurizio Fioravanti.