A principios de la década de los años treinta surgió en Estados Unidos la corriente antiformalista del realismo jurídico, movimiento que construyó sus aportes a partir de una serie de críticas al formalismo que había surgido a ambos lados del Atlántico a finales del siglo XIX. Dentro de la corriente antiformalista, los realistas norteamericanos se erigieron como una nueva generación especialmente preocupada por la relación entre sociedad y derecho y por la forma como se construían las decisiones judiciales a partir de valoraciones de utilidad social y política pública.
Autor: Roscoe Pound y Karl N. Llewellyn.